La historia de un amor que nació en los jilgüeros
Se dice que en el siglo XVI, a las afueras de Zacatlán, vivió una hermosa mujer con una mirada penetrante y cautivadora, no había hombre capaz de resistirse a sus encantos. Ni una sola mujer se le podía comparar.
Al ser en una época de evangelización no fue extraño que llegara un grupo de monjes misioneros que se dirigían al convento Franciscano y como era de esperarse, todos quedaron atraídos por la belleza enigmática de esa dama, pero uno de ellos en específico quedó tan enamorado que olvidó su misión y sus votos. Siguió a la mujer por el bosque y se unieron en un encuentro pasional, sin embargo, en ese preciso instante cayó un rayo, seguido por una luz brillante y un trueno ensordecedor, dicen que el sonido fue tan fuerte que rebotaba entre los cerros y provocó que una montaña se partiera y formara un abismo. Jamás encontraron los cuerpos, pero sí dos piedras al fondo que si observas detenidamente están intactas y dan la ilusión de querer unirse, cuentan que ese fue el destino de la pareja. Un amor imposible, pero que se preserva por la eternidad.
Si quieres observar estas rocas y conocer mejor su historia, te invitamos a visitar el Balcón del Diablo, uno de los lugares con mejor vista y la mejor comida, ideal para tomar fotos espectaculares.
Restaurante El Balcón del Diablo
Un lugar espectacular a la orilla de la Barranca de los Jilgüeros.
Un lugar espectacular a la orilla de la Barranca de los Jilgüeros.
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