Cuentan que antes de la llegada de los españoles vivía en esta región una bella mujer con un rostro angelical que hacía que cualquiera se estremeciera al mirarla, ya que sus ojos brindaban tranquilidad pues eran tan profundos como el océano, con cabellos negros como la noche, el cual el viento gozaba jugar con ellos mientras observaba el horizonte, para enseguida sentirse triste, recordando el sabor de unos labios que hace tiempo partieran.
Tiempo atrás que su hombre amado había partido a la guerra siendo hombre valeroso, fue así que el guerrero salió con las tropas Zacatecas para ayudar a que Nezahualcóyotl recuperara su trono, desdé entonces no se tenían noticias de él y de ninguna índole.
Día con día ella recordaba su triste despedida que fuera una tarde tras las bellas colinas, haciéndose promesas de amor, las más bellas que pudieran existir, una de ellas era que el altivo guerrero se iba en las olas del viento soñado con ella. Deseando cruzar la faz del cielo y el viento para volver más pronto a su lado, la doncella dejaba asomar una débil sonrisa para dar más ánimos a su joven guerrero, mientras que en su mirada había desconsuelo, amor y sufrimiento. Pues sabe que su heroico amado tiene el corazón dispuesto a su pueblo.
Decidiendo hacer a un lado toda aquella tristeza que se apoderaba de ella para así decirle a su amado que los dioses lo colmen de ventura y del trance salga bien librado.
Un día inesperado la doncella tocada por un rayo de esperanza, sabe que los guerreros que hace mucho partieran ¡han regresado!
Un día inesperado la doncella tocada por un rayo de esperanza, sabe que los guerreros que hace mucho partieran ¡han regresado!
Corrió hasta el grupo aquel, y alzando la sonrisa por encima de todos aquellos hombros buscando la figura de su amado, mientras tanto otras mujeres hacían lo mismo, lanzando jubilosamente gritos de gran felicidad, ella por más que buscaba, por más que alzaba tan bella mirada no encontraba ningún motivo para sentirse feliz.
Un dolor que le traspasa el corazón la invade al enterarse de la muerte de su amado, desconsolada corre hacia el balcón, agobiada cae de rodillas donde soñaba con revivir dulces momentos con el amante que jamás regresaría, tomando fuerzas la bella joven vestida de blanco, ofrece su alma a los dioses y esperando "ser uno solo" se lanzó a la barranca, sin pensarlo. Murió aquella bella mujer al igual que su sueño de estar junto a su amado
Un dolor que le traspasa el corazón la invade al enterarse de la muerte de su amado, desconsolada corre hacia el balcón, agobiada cae de rodillas donde soñaba con revivir dulces momentos con el amante que jamás regresaría, tomando fuerzas la bella joven vestida de blanco, ofrece su alma a los dioses y esperando "ser uno solo" se lanzó a la barranca, sin pensarlo. Murió aquella bella mujer al igual que su sueño de estar junto a su amado
A la mañana siguiente, la barranca estaba inundada de neblina, de aquel mismo blanco de su vestido, las nubes habían bajado dejando oculto todo el barranco, para más tarde cubrir a toda la región.
Los pobladores aseguran que es el alma y esencia de aquella doncella quedando para la eternidad como el amor que sentía por su noble guerrero.
La cual ahora podemos apreciar con toda esa belleza y encanto que la caracterizaba, para luego sentir como nos envuelve con ese amor denso y puro.
Texto: Romarey VazSan
Fotografía: Azul Garrido
Texto: Romarey VazSan
Fotografía: Azul Garrido
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